La Economía Circular es altamente recomendada por la Unión Europea, que propone regularmente Concursos de Proyectos sobre este tema.
A diferencia del proceso de reciclaje que recupera sólo una parte de los materiales y la energía del producto, la Remanufactura evita pasar nuevamente por las fases industriales convencionales del desarrollo y fabricación necesarias para la manufactura de un producto nuevo y además permite recuperar la mayor parte de los materiales, energía, y los conocimientos que se ha incorporado en el producto durante su diseño y fabricación, reutilizándolos en un nuevo ciclo de vida.
Producir un nuevo producto requiere un alto consumo de materiales y energía, la mayoría de los cuales no están intrínsecamente en el propio producto final, como los consumibles industriales (petróleo, calor, electricidad, agua, etc.) y la infraestructura soporte (programas informáticos, transportes, etc.)
Estos elementos consumidos durante la fase de desarrollo no pueden ser recuperados en ninguno de los ciclos de la Economía Circular.
El proceso de Remanufactura requiere un consumo mucho menor que el de generar un producto nuevo. Evita el uso significativo de materias primas y permite una disminución del consumo de la energía y la información que se necesita para las iteraciones de desarrollo y fabricación de nuevos productos.